(Especial, María Ester Romero para Perfil Córdoba). Durante la semana pasada se desarrollaron las indagatorias a las nueve personas detenidas por presuntas estafas a través de la venta de casas y departamentos en pozo, en la denominada causa Marieschi.
El fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, interrogó a todos los imputados exclusivamente sobre el delito de asociación ilícita. No lo hizo aún sobre las presuntas defraudaciones porque siguen sumándose las demandas de damnificados. Hasta el viernes, en la Justicia contabilizaban más de cien. Y esperan más.
Mientras tanto, permanecen en la cárcel de Bouwer las siguientes personas: Marcelo Javier Marieschi, Fernando Civalero y Adrián Benelbas, imputados como coorganizadores de asociación ilícita y estafa; Constanza Peláez y Marianela Marieschi –esposa y hermana de Marieschi respectivamente–, Jorge Benelbas, María Reina Correa, Diego Martín Díaz y Telésforo Ubios, estos últimos imputados como miembros de la misma asociación y defraudaciones.
Según las denuncias formalizadas hasta el momento, los investigadores detectaron tres modos en que los clientes habrían sido estafados. Las ventas de unidades habitacionales en pozo; es decir aún no construidas, se hicieron con boletos de compraventa, a través de la adhesión a sociedades civiles y de fideicomisos. En estos últimos, los adquirentes eran fiduciarios clase B.
Algunos abogados defensores deslizaron eventuales responsabilidades compartidas con quienes integraron las sociedades civiles. En sede penal, en cambio, consideran que fue una de las maneras en que los adherentes fueron inducidos a error porque eran personas que fueron a adquirir un inmueble y ellos los condicionaron en la modalidad para hacer la compra.
Manantiales de Torres 3. Esta semana habrá más demandas. Perfil Córdoba contactó a clientes que las están preparando. Es el caso de adquirentes de la 3° etapa del housing Manantiales de Torres, ubicado en el camino intercountry en proximidades de Lomas de los Carolinos. La periodista Yanina Soria y su esposo pagaron U$S 100 mil por un dúplex de 170 m2 en un terreno de 360 m2. Era un desarrollo de 20 casas con espacios comunes.
Hoy ni siquiera la tierra es propiedad del fideicomiso, que tampoco se inscribió formalmente. Y el corredor inmobiliario Civalero estuvo vendiendo propiedades hasta enero, a sabiendas que eso no se construiría. Detectaron, además, más de un titular por algunas de las unidades habitacionales.
Sí se construyó en parte la primera etapa, en la cual hay familias que ingresaron y ocuparon sus viviendas aunque no cumplieron con servicios como alumbrado; la segunda tiene un 60% de ejecución, según relató Yanina. “La nuestra es una situación dramática”, expresó al señalar que quedaron en la nada ahorros de sus padres, de sus suegros y lo poco que ellos pudieron reunir.
La gran incógnita y desafío para varios letrados que asisten a los damnificados es saber cómo se puede recuperar algo de la inversión de los compradores. Nadie sabe dónde está hoy ese dinero.
