“Nosotros cerramos antes de la cuarentena, porque hacía una semana que venía con facturación 0, me estaba siendo carísimo seguir abierto. Antes de cerrar, en una semana completa facturé lo que puedo facturar en el peor día de la semana. Esa fue la previa en el local comercial, en la fábrica trabajamos hasta el 20 y quedamos cerrados. Un desastre”. Quien comenta su caso es Martín Moreno, titular de la firma Mocassino y vocal de la Cámara del Calzado de Córdoba.
Esa cámara concentra a unas 120 empresas que, en promedio, tienen entre 20 y 30 empleados directos y otro tanto indirectos. Es decir, solo en empleos directos esas fábricas dan trabajo a unas 3.000 personas. Respecto de las líneas de ayuda lanzadas Moreno comentó que, en su caso, no gestionó créditos en las entidades bancarias públicas porque no lo reciben al no ser cliente y que la banca privada con la que opera ofrece asistencia, pero con valores más onerosos a lo publicitado.
“Somos muchas las empresas y creo que muchas van a quedar en el camino. El crédito del 24%, cuando te suman costos operativos y demás termina siendo del 31%. Y no sé si sacarlo, porque no tengo facturación, ¿cómo lo pago? No hay ningún miembro de la cámara que haya podido sacar un crédito”, aseguró.