Ayer se desarrolló en Córdoba la Sexta Jornada de Infraestructura organizada por la Delegación Córdoba de la Cámara de la Construcción. En ese marco, uno de los platos fuertes fue la presentación del economista Ricardo Arriazu que se enfocó en las oportunidades y desafíos que supone el yacimiento Vaca Muerta, en Neuquén.
Arriazu destacó que, al ritmo actual de producción el yacimiento de Vaca Muerta genera recursos por los próximos 150 años. Destacó que hoy se explota el 4% de los recursos, hay unos 1000 pozos, cuando serían necesarios unos 25 mil y que el flujo de inversiones en no convencional oscila los US$5400 por año.
“No tenemos nada garantizado, a diferencia de los recursos convencionales, en los no convencionales la inversión debe ser constante. Hay que inyectar recursos todo el tiempo. Y cuando se quitan los incentivos la inversión se va. Cuando el Gobierno congeló las tarifas de las naftas Exoon frenó todo”, remarcó y fue enfático al señalar que, de cara al futuro, “si cambian las reglas de juego Vaca Muerta desaparece de la noche a la mañana”.
El economista habló ante unos 400 empresarios, la mayoría vinculado a la obra pública y la construcción. Recordó que en poco más de 100 años de historia energética del país en 85 tuvimos déficit energético por las “pésimas políticas que buscaron subsidiar el consumo y desalentar la inversión”.
En una parábola comparativa, en la que EEUU es un ejemplo por su tamaño, Noruega es otro de los ejemplos por su buena administración de los recursos y Angola otro ejemplo por contar con recursos que no pudieron aprovecharse Arriazu cree que Argentina está en un momento crítico para definir qué camino notamos: “La riqueza de los recursos naturales puede ser una maldición si es mal usada. Hoy hay que trabajar para bajar los costos de explotación y producción. Se bajaron mucho, pero aún somos un 25% más caros que Estados Unidos. Y el potencial es enorme. Si tomamos un precio de barril a US$ 60, Vaca Muerta pueden ser 11 PBI de la Argentina”, afirmó.
Reformas. Finalmente remarcó que hay que encarar una serie de reformas estructurales para que Vaca Muerta sea una realidad positiva para el país: “no puede haber déficit fiscal, no puede haber déficit externo, el Banco Central no puede financiar al Tesoro, tiene que estabilizarse el tipo de cambio, tiene que resolverse el problema de la inflación que es muy complejo, tiene que bajar la carga tributaria que está entre las más altas del mundo”.