Su paso por Mc Donald´s le dejó método, procedimientos y un panorama general del negocio gastronómico escalable. Pero la idea de American Donuts la terminó de redondear luego de vivir unos meses en Miami. “Estaba trabajando en importación de artículos, pero se frenó mucho desde el año pasado por las trabas para ingresar mercadería. Hace poco más de un año, con el inicio de la pandemia me decidí para probar con un producto que vi mucho en Estados Unidos y empezamos a testear donas. La clave es ajustarla al paladar argentino, porque allá tienen una fritura en grasa animal. Acá, en cambio usamos un aceite vegetal para que no sea tan pesada”, cuenta David Abad, sobre el inicio de American Donuts.
Hoy el producto base llega congelado desde Buenos Aires, lo recibe un proveedor que hace la cocción final y llega a los locales, que no necesitan cocinarlo, solo dejarlo descongelado unos 15 minutos antes de su consumo. “Eso es clave, porque permite tener una franquicia que no demande un local con gas ni con cocinas. Se baja mucho el costo y el espacio necesario. Logramos un producto que tiene alta demanda por su consistencia, nuestra dona tiene una esponjosidad y liviandad muy reconocida y que permite customizarla como el cliente prefiera”.
Hoy American tiene unas 12 variedades de glaseado, que trepan a 36 combinaciones porque se les puede incorporar tres rellenos. El cliente puede inyectar –con una jeringa- relleno de dulce de leche, chocolate o nutella. “Pero las variedades son más, porque por temporada vamos cambiando y sumando gustos. Estamos comercializando por unidades, a razón de $110 o $120 y a $130 las rellenas. Otra opción son los box por tres o por 6 donas. En temporada un local vende cerca de 10 mil donas”, apunta Abad.
4 locales y franquicias
El primer local de American Donuts abrió en Bv. San Juan 125, a ese le siguieron el de Núñez y Gavier, en el Cerro. En septiembre del año pasado abrió el de Estrada 46 y desde octubre tienen presencia en Villa Allende. “Con estos locales en marcha tenemos la experiencia para lanzar el sistema de franquicias. Es una franquicia muy atractiva y tiene un bajo rango de inversión para ingresar. Demanda un local de 40 a 60 metros, apto para take away y delivery, tres empleados por local”, detalla.
Un inversor interesado debería pensar en un desembolso cercano a los US$ 15 mil para subirse al emprendimiento bajo el concepto de “llave en mano”. Se cobra un fee mensual que se destina a publicidad y la recuperación de la inversión debería lograrse entre los 12 a 15 meses. “Creemos que es un producto y una franquicia que tiene futuro, hoy no me planteo un número de locales a abrir, queremos ir de a poco, pero buscando innovar, sumar productos y alianzas para robustecer el negocio”, cuenta Abad.