El economista Nicolás Torre, del Ieral de Fundación Mediterránea elaboró un informe en el que analiza la convulsionada realidad de la industria frigorífica, destacando la marcada contracción en la faena y remarcando los datos que muestran el retroceso del consumo interno.
En ese sentido, el trabajo señala que en un contexto de cambiantes políticas sectoriales para la cadena bovina, frente a cierre y posterior apertura parcial de las exportaciones, la actividad de la industria frigorífica exhibe una marcada contracción en relación a igual período del año pasado (si se comparan datos de abril-mayo de 2021 contra mismos meses de 2020).
Según datos publicados por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), del Ministerio de Agricultura de la Nación, la industria registró durante abril-mayo’21 un nivel de faena (cabezas) un -11,2% inferior igual periodo de 2020.
Esta menor actividad estaría explicada, en principio, por la conjunción simultánea de dos fenómenos: retracción de la oferta de hacienda derivada y el bajo poder adquisitivo de los salarios en relación a la carne durante el avance de 2021.
“Cabe señalar que la faena acumulada durante los primeros 5 meses de 2021, según la DNCCA, acumula una contracción de -6,1% respecto a igual período de 2020. Córdoba, con 7% de la faena nacional, faenó 366.000 cabezas (-10,5% i.a). Los guarismos reflejan una desmejora relativa significativa del desempeño industrial de regiones del interior como Cuyo, Córdoba y Santa Fe, situación que se ve agravada durante el avance del segundo trimestre del año”, dice Torre.
Poder de Compra del Salario
Asimismo, señaló que la carne de bovina destinada al mercado interno aumentó un 75% durante los últimos 12 meses (mayo/mayo), de $ 385 a $ 673 el kilo, considerando un conjunto de 6 cortes bovinos: asado, bife angosto, carne picada, cuadril, nalga y paleta.
Y destaca que, en igual período, el salario de un trabajador registrado del sector privado (desestacionalizado) aumentó aproximadamente un 38%, para rondar los $ 79.000 en mayo de 2021. Este monto permitió adquirir en mayo (aproximadamente) 117 kilos de carne bovina (conjunto de 6 cortes).
Si se compara este volumen con el de un año atrás (149 kilos), se concluye que la pérdida de poder adquisitivo del salario registrado en relación a kilogramos de carne bovina es de
-21% (mayo/mayo). “Esto estaría explicando el bajo nivel de consumo per cápita observado durante 2021 (avance 5 meses), en torno a 45,3 kg per cápita, el nivel más bajo de la historia desde que existen estadísticas para la cadena”, apunta el informe.
En un año la carne bovina aumentó 75% y el salario privado 38%