Por Hugo Caric, especial para Perfil Córdoba. En setiembre del año pasado, cuando se anunció la creación de ZOE Athletic Club, de Generación ZOE, el mejor de los sueños de Rodolfo Graieb era que el nuevo equipo de la Liga Villamariense de Fútbol estuviera en el lugar de Alem de Villa Nueva o de Ricardo Gutiérrez de La Palestina, los dos equipos que hoy dirimirán el título en Plaza Ocampo. “Vamos a formar un plantel para ganar el campeonato”, aseguró por entonces el exdefensor de Las Flores, Talleres, Huracán de Parque Patricios, Barcelona de Ecuador y Lanús.
Cinco meses más tarde, en vísperas del puntapié inicial, “el Mellizo” sufriría la peor de las pesadillas: el desmantelamiento del flamante proyecto deportivo a causa de las denuncias por estafa y asociación ilícita que pusieron entre rejas al líder de Generación ZOE Leonardo Cositorto y a sus principales laderos, entre ellos Claudio Álvarez, el presidente del club.
“La situación nos sorprendió a todos”, admite Rodolfo, quien era el director de Metodología Física y Coordinación del Fútbol Infantil, Juvenil y de Primera División en ZOE Athletic Club. “Hicimos un gran trabajo durante cinco meses y de un día para el otro nos dejaron sin laburo”, enfatiza.
Es la primera vez que Graieb habla de la fallida experiencia en Villa María. “De repente el club quedó totalmente acéfalo y nos tuvimos que ir sin más. Habíamos hecho una gran relación con los directivos del club y considero que por lo menos nos tendrían que haber dicho lo que sucedía”, sostiene.
Llamada en espera
“Lo que hicieron ellos -los responsables de Generación ZOE-es algo que tendrán que arreglar con la Justicia. Lo nuestro -se refiere a él y su hermano Diego- era armar el club, organizar todas las categorías, y la verdad es que hicimos un trabajo muy grande. Ojalá que en algún momento se comuniquen con nosotros, porque no sabemos qué va a pasar con dinero que uno tiene adentro. Lamentablemente, también somos damnificados en esto”, puntualiza.
“No cobramos una parte del trabajo y también nos quedó plata adentro, como a toda la gente a que le decían que iba a salir adelante. Pero soy de las personas que primero trata de dialogar antes de llegar a otra instancia, así que todavía no he tomado ninguna decisión. Obviamente, hay que ver cuál es la respuesta del otro lado”, subraya Graieb.
“Ojalá todo esto se pueda solucionar, no sólo para nosotros sino también para el resto de la gente. Inclusive para ellos (los directivos de ZOE Athletic Club), porque la verdad es que no nos pareció mala gente”, señala.
“Me he sentido desilusionado con todo esto, porque teníamos una gran tarea por delante, un gran sueño por cumplir. Y también porque hemos puesto en juego nuestro prestigio, dando la cara por el proyecto. A eso la gente lo sabe y por suerte nos llueven palabras de agradecimiento por todo lo que hemos dado como profesionales mientras estuvimos allí”, reflexiona.