Por Gabriel Silva
La abrupta salida de Martín Guzmán del ministerio de Economía se convirtió en el hecho político del mes. Tal vez, junto al por ahora controvertido acuerdo con el FMI y las idas y vueltas entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, los más destacados en un primer semestre convulsionado y atado a una inflación galopante para el Gobierno nacional.
Sin embargo, lo de Guzmán como hecho político/económico puso al ahora exministro por encima de sus antiguos compañeros de gabinete que corrieron la misma suerte. Ningún funcionario que haya dejado su cartera tuvo tanta repercusión como el caso del extitular de Hacienda.
Por sus enfrentamientos, por la manera en la que había llegado al Gobierno en el arranque de la gestión, por aquella primera bendición de CFK y un final más cercano a Alberto; o tal vez, por los saldos negativos en la pelea por la escalada de precios, el respaldo del mercado y el rechazo de La Cámpora –en particular desde la Secretaría de Energía, que se transformó en el batallón anti Guzmán-. O, por todos estos motivos juntos, la renuncia de Guzmán no fue un hecho más. Y acá, en Punto a Punto, repasamos ganadores y perdedores de la salida del economista con pasado en Columbia y el ingreso de Silvina Batakis en la cartera de Hacienda.
Ganadores
CFK. Cristina Kirchner fue la gran ganadora del fin de semana. Opacada por un discurso breve en Ensenada, con referencias a Perón por la efeméride y alguna respuesta a Alberto F., se replegó una vez conocida la noticia de la salida de su objetivo. Lo de Guzmán afuera se lo comunicaron una vez que bajó del escenario en el conurbano bonaerense y a partir de ese momento, en la tarde-noche del sábado, se replegó a ver cómo movían las fichas el resto. Se río cuando Alberto F. le comunicó por teléfono el domingo por la noche las intenciones de Sergio Massa, y de un tincazo se sacó al tigrense de encima.
Y, por ende, a Marco Lavagna, el dueño de los tweets en la tarde del domingo. Apenas escuchó el nombre del titular del Indec, dijo no. “Tiene que ser Batakis”, le tiró –y ordenó- al Presidente.
De nuevo en la centralidad, y con cada vez más pecheras cristinistas que albertistas en el Gabinete, cenó el lunes por la noche con Alberto y pidió, de nuevo, la administración de los planes sociales para gobernadores e intendentes. Además de volver a insistir con la creación del salario universal, la batalla que se viene contra la reducción del gasto fiscal.
Batakis. Estuvo la semana pasada en Córdoba y pasó desapercibida. Fue en un encuentro de la Came de la que participó quien hasta el sábado era su jefe, el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro. Ganó espacios en la consideración, su primera batalla es contra los mercados y para eso tiene detrás al ala dura del Gobierno: los
muchachos de La Cámpora.
Daniel Scioli. Fue el más inquieto en la tarde del domingo cuando vio cómo Massa se quería quedar con Economía, el Central y la Afip. El crecimiento de un rival 2023, un antiguo enemigo para el sciolismo, mantuvo expectante al exgobernador de Buenos Aires. La llegada de Batakis, exfuncionaria de él en territorio bonaerense, equilibró la balanza de la sucesión y a él le queda una jugada más: puede sumar Agricultura a Producción y quedarse con un ministerio más poderoso.
Perdedores
Alberto F. El Presidente quedó aún más debilitado. El llamado de CFK, el reto público de Estela de Carlotto, el enojo del massismo y la territorialidad –en la calle y en el Gobierno- de la vicepresidenta lo dejaron en una situación de vulnerabilidad que preocupa. Tanto adentro, como afuera. Encima, el Círculo Rojo lo volvió a poner en la mira y en ese diálogo perdió un interlocutor válido como Guzmán.
Massa. El presidente de la Cámara de Diputados seguirá en esa silla. Por lo menos, por ahora. El sueño de ‘superministro’ se esfumó y ve crecer a Scioli. Además de resignarse al loteo que impone Cristina, quien también se río cuando se enteró que el tigrense pretendía una foto de unidad de los tres el domingo: ella, Alberto y Massa.
Gobernadores. Los mandatarios provinciales del PJ se apuraron en respaldar el lunes por la tarde a Batakis. Los fondos de Nación, en materia de coparticipación y ATN (Aportes del Tesoro Nacional) llegaron en tiempo y forma a las provincias en la era
Guzmán. Sin embargo, el arranque de Batakis volvió a agitar el fantasma del látigo o chequera. Sindicatos. La CGT se quejó y pataleó pero por ahora no tuvo respuestas. Distanciados de la vicepresidenta, observan cómo Alberto F. vuelve a elegir a los piqueteros como herramienta para controlar las calles y condicionar a La Cámpora. El Presidente estuvo con ellos el viernes, y horas más tarde no les hizo ni un llamado para cotejar nombres.