No es novedad el enojo y descontento que corre entre el empresariado argentino por las medidas adoptadas por el gobierno nacional durante los últimos meses, o incluso años. Sin importar el color político, los empresarios sienten la falta de apoyo (y las trabas constantes) por parte de los altos mandos del país.
Cepos para acceder al dólar, nuevos impuestos que aparecen semana a semana, la problemática de las importaciones, inflación que no para de escalar y reglas de juego poco precisas son las principales causas del malestar del empresariado.
«Hoy no tenemos un contexto político que nos ayude a emprender y la macro actual te tiene todo el tiempo pensando en formas de no paralizar las empresas en vez de enfocarnos en maneras de hacer crecer el negocio o generar empleo«, dijo una reconocida empresaria cordobesa.
«La parte gubernamental nunca entendió nada, ninguno de ellos. Nunca trabajaron, ni se esforzaron por nada», disparo la empresaria.
Frente a un contexto político-económico muy incierto y con elecciones de por medio, los empresarios -sin importar el rubro-, aseguran que esperan un reordenamiento económico y social que colabore para «crecer a nivel país».
Desde la mirada ciudadana, coinciden en el análisis de que Argentina necesita volver a sentar bases solidas en cuanto a los valores sociales; mientras que, posicionados como empresarios, las expectativas son poder crecer para generar fuentes de trabajo y poder aportar a la economía nacional.
«Necesitamos precisión y reglas caras para trabajar. Es imposible pensar en proyectar a largo plazo porque no sabemos qué va a pasar de acá a un mes, cuando menos te das cuenta volvieron a cambiar todo. Es desgastante», precisó un empresario tecnológico.
Otro hombre del sector IT aseguró que «el empresariado trata de no ponerse en contra al gobierno de turno porque luego vienen las represalias en contra nuestro. Los empresarios somos aliados, no estamos en la vereda contraria«.