Las energías renovables continúan creciendo en Argentina. El año pasado, el 13% de la demanda total de energía eléctrica fue abastecida a partir de fuentes renovables, un incremento significativo respecto a 2020, cuando este origen representó el 10% de la demanda del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
De esta manera, el sector sigue avanzando hacia el objetivo de alcanzar en 2025 el 20% del abastecimiento eléctrico con fuentes renovables, tal como establece la Ley 27.191.
La tecnología que contribuyó con mayor generación en el año fue la eólica (74%), seguida por fotovoltaica solar (13%), los pequeños aprovechamientos hidráulicos (7%) y las bioenergías (6%), según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA).
Iris Energía, empresa que nace a partir la consultora Quantum y se dedica a las instalaciones solares para empresas y distribuidoras eléctricas, asegura que durante el 2021, el mundo agregó un récord de 295 gigavatios de nueva capacidad de energía renovable.
En Argentina, desde el 2019, se duplicaron los usuarios que utilizan energías renovables, mientras que se triplicó la potencia instalada .
Un dato que resalta Iris Energías, es que durante abril de este año, Córdoba tuvo el 60% de la participación de la potencia instalada por provincia. Muy por encima del 11% que registró Buenos Aires (9% CABA) o el 8% de Mendoza.
Para Fernando Damonte, presidente de Quantum, «migrar a las energías renovables es beneficioso para consumidores, para las distribuidoras y para el Estado. Además ofrece alta rentabilidad en dólares».
Según los datos que estudia la cordobesa con respecto a las nuevas tarifas de energía, los diferentes segmentos de usuarios percibirían altos porcentajes de ahorro en la factura final si es que realizaran inversiones para implementar energías renovables a través de paneles solares.
Analizando la factura de agosto 2022, en el caso de los Grandes Usuario de la Distribuidora (GUDis) que no cuentan con energías renovables, abonarían un total de $2.617.242; mientras que, el impacto de invertir en energías generaría un ahorro del 38%, traducido en una factura final de $ 1.632.8834
Los usuarios no residenciales (comercios), en agosto percibirían una factura de $242.153, mientras que, aplicando energía renovable los números bajan a $145.537, con un ahorro del 40%. Finalmente, en el caso de usuarios residenciales, de abonar $ 21.487, pasarían a $14.612 con un ahorro del 32%.