Hace medio siglo nació The Red Apple, la academia de enseñanza inglesa fundada por las hermanas Anita y Bettina Setien Emerson. «Alquilaron el garage de una casa en calle Beverina, compraron sillas de madera que las pintaron y consiguieron algunas tablas con las que realizaron las mesas«, rememora Candelaria Centeno (hija de Bettina Setien), quien tomó la dirección del centro educativo en 2009.
En la actualidad, The Red Apple cuenta con dos sedes: una en el Cerro, con 700 alumnos y donde aspiran a llegar a los 800, y otra en Alta Córdoba, inaugurada hace tres años dentro del colegio del club Instituto IEAC (Instituto Educativo Alta Córdoba), donde asisten 200 alumnos.
Es precisamente en la sede del Cerro donde la academia está enfocando su esfuerzo para ampliar su oferta educativa y expandirse. En este sentido, recientemente lograron un acuerdo para sumar más metros a ese centro y poder tener más aulas, se incorporó la casa colindante a la sede del Cerro, permitiendo la ampliación del centro educativo. Y desde ese punto se avanzó en una renovación estética, un nuevo diseño y un cambio de imagen muy grande. El «refresh edilicio» estuvo a cargo del asesoramiento de la arquitecta Sofia Soler.
Previo al inicio de la pandemia de Covid 19 en el país, la academia adquirió programas para que los docentes puedan capacitar de forma on line a sus alumnos, y a ejecutivos de empresas, por lo que al tener que brindar la enseñanza vía Zoom u otras plataformas, el personal pudo mantener la calidad educativa pese a las circunstancias.
The Red Apple tiene como lema «hacemos hablar inglés», ya que se busca la enseñanza de este idioma como lengua madre.Para lograrlo, las maestras aplican un estilo educativo enfocado en fomentar la oralidad, donde los alumnos comparten su espacio de aprendizaje prescindiendo de mesas y usando sólo sillas colocadas en forma de círculo, logrando el contacto visual entre los estudiantes y «que el idioma se incorpore primero de manera oral, a través de la repetición de frases completas para que luego se pase al papel». En el último año, los alumnos rinden el First Certificate con una alta efectividad.
Sobre los planes para el futuro, Centeno adelanta que están trabajando para poder aplicar al GPTW: «sería un sueño poder ganar el Best Great Place to Work».