(AP) La trayectoria de la economía de Estados Unidos en el primer año de la presidencia de Donald Trump se ve en gran medida como la del último año del presidente Barack Obama.
Según el departamento de Comercio la economía se recuperó en el segundo trimestre del año, luego de un comienzo lento en 2017, lo que lleva la tasa de crecimiento interanual en la primera mitad del año a alrededor de 2%. En 2016 la economía se expandió a un ritmo anual del 1,5%.
Las últimas cifras están muy lejos del 4% que Trump prometió y esto hace resaltar lo llamativamente consistente que ha sido el desempeño de la economía, aunque no precisamente espectacular, desde que comenzó la actual recuperación que este verano boreal cumple ocho años.
«Esto es más de lo mismo» dijo Patrick Newport, economista de IHS Markit. «Nos va mejor que a prácticamente cualquier otra economía occidental desarrollada, aunque esto no se corresponde con los estándares a los que estamos acostumbrados. Somos líderes de un grupo que avanza lentamente».
La tasa de expansión del último trimestre, de un nivel de 2,6% interanual, debería aplacar los temores provocados por la casi parálisis de la economía en enero, febrero y marzo, cuando el producto bruto interno creció a una tasa interanual de sólo el 1,2 por ciento. NewPort también sugiere que los responsables de la política de la Reserva Federal seguirán con su plan de elevar de manera gradual las tasas de interés mientras reducen el balance del Banco Central.
Pero la expansión camufla algunos cambios más profundos justo por debajo de la superficie de la economía. Sectores como los de la tecnología, la salud y la banca están en ascenso, al tiempo que otros como el comercio minorista despiden personal. Y si bien la tasa del 4,4% de desempleo es la más baja de la última década, el aumento de los salarios se mantiene frustrantemente bajo.
La bolsa también ha trepado mucho y el mercado inmobiliario se ve similarmente robusto en muchas partes de país, especialmente en áreas costeras como Nueva York, Washington, San Francisco y Boston.
En el último trimestre, la economía se benefició de un consumo sostenido y una balanza comercial en mejoría, mientras que el gasto estatal y municipal más lento, junto con un crecimiento en desaceleración de los stocks actuaron como frenos. La demanda de los consumidores de bienes durables como autos, electrodomésticos y muebles aportó más de un punto porcentual al crecimiento.