“El 2022 ha sido un año más que positivo, ya que todos los objetivos que nos propusimos desde la sustentabilidad, los cumplimos”, dice Natalia Basilotta, responsable del Área de Gestión Integral de Lorezati Ruetsch, la empresa agroalimentaria que produce, transforma y comercializa, maní, cereales y oleaginosas.
Educación ambiental, gestión de residuos, consumo energético (100% renovable, que le permite generar energía eléctrica) y mediciones de ruido ambiental, son algunos de los ítems que Basilotta pone de relieve para hablar del 2022.
Sin embargo, aclara que hace cinco años la empresa dio “un salto importante” cuando a partir de la producción de biomasa iniciaron “un proceso más integral de todo lo relacionado a la sustentabilidad”. De hecho, Basilotta remarca que la empresa “está muy avanzada” a partir de crédito solicitado a la Provincia donde se hizo un estudio y los resultados fueron óptimos.
¿Qué sigue para el corto plazo? “Enfocarnos en una visión integral de economía circular. Hay que estudiar bien el tema pero el camino es por ahí: tenemos que lograr la ‘recuperación’ de todos los residuos, es una política que ya decidimos implementar”, señala Basilotta.
Hoy, la empresa radicada en Ticino, cuenta con un parque industrial de 60 hectáreas, 500 colaboradores y su política de sustentabilidad se basa en la mejora de procesos, conservación del suelo, rotación de cultivos y control de las emisiones de gases, calidad del aire, manejo de residuos, tratamiento de las aguas y ahorro de energía.