(Por Rodrigo Miranda, especial para Perfil Córdoba).
Con viento a favor, sin rival en la cancha por la indefinición que domina la escena en Juntos por el Cambio, el peronismo despliega su armado político acordado por el líder del PJ Juan Schiaretti y el ungido candidato a gobernador Martín Llaryora, de cara a la contienda electoral, sin fecha oficializada, pura estrategia del PJ. Todo hace presuponer se dará en el tramo final de junio o el 2 de julio.
El intendente capitalino subido a la ‘Llaryoreta’ viene recorriendo el amplio mapa cordobés cosechando respaldo de intendentes propios y algunos vecinalistas a la jugada de pegar los comicios locales a la elección provincial, aunque le falta pisar territorios reacios, como el departamento Río Cuarto.
Desde el círculo más próximo a LLaryora aseveran con marcado optimismo que el postulante al principal sillón de El Panal, exhibe números de encuestas frescas que lo muestran arriba en la intención de votos ante los potenciales rivales Luis Juez (mide mejor en el interior) o Rodrigo De Loredo (muestra más volumen en la Capital).
En el búnker del candidato peronista, los sondeos son permanentes y también miden los pasos que va dando Daniel Passerini, desde que el llaryorismo le levantó la mano como su sucesor para la contienda electoral por el Palacio 6 de Julio.
Las espadas de Llaryora reconocen que el viceintendente arrancó de atrás, pero viene remontando la pendiente si se analiza el escenario de mayor competencia. Esto implica no tener el arrastre del aspirante a la gobernación en la misma boleta (elecciones separadas) y en un mano a mano con De Loredo, si decide bajarse de la carrera provincial y disputar el ‘premio consuelo’, la intendencia capitalina.
En el marco de esta hipótesis, Passerini midió –los primeros días de enero– 9 puntos abajo contra De Loredo, mientras que al 4 de febrero, redujo la brecha a 6 puntos. ¿Cuál es la meta trazada? Llegar al 10 de marzo con el dirigente delasotista invirtiendo el tablero electoral con unos 10 puntos arriba del evolucionista.
En ese marco, Schiaretti y Llaryora se sentarán en un par de semanas a definir las fechas de las elecciones en la Provincia y en la ciudad capital, sobre la base de estos escenarios favorables al peronismo.
Si fuera por el sanfrancisqueño se votaría el 18 de junio, pero el margen que plantea el dueño de la lapicera se extiende hasta el 2 de julio, fecha que suena con fuerza para celebrar la elección provincial, como ya lo adelantó PERFIL CÓRDOBA.
Si se pegan o se desdoblan un mes los comicios en la Capital, dependerá de los movimientos que se den en el tablero político viendo cómo juega la oposición. “No hay definición todavía”, remarcan schiarettistas y llaryoristas.