Por Eduardo Bocco
El gobernador Juan Schiaretti estaba entusiasmado con la idea de convocar las elecciones de gobernador y vice para el próximo 30 de abril, pero ahora algunos referentes del peronismo le hicieron ver las desventajas que tiene esa fecha, especialmente porque corta un fin de semana largo.
“El domingo 30 de abril precede al 1º de mayo, que será un lunes y por lo tanto feriado, lo cual es aprovechado por mucha gente para viajar o hacer algún plan de descanso por lo que si se llama a votar ese día, posiblemente mucha gente se fastidie con la resolución y sea un factor de riesgo porque podría quitarnos algunos votos”, referenció un vocero del justicialismo.
Rápidamente, el intendente de Córdoba y candidato a gobernador por el oficialismo provincial, Martín Llaryora, fue informado de la situación y compartió la decisión de convocar a los comicios en otra fecha.
Hasta hace muy pocas semanas, el peronismo tenía en mente adelantar el cronograma electoral todo lo que fuera posible, aunque ahora se desconfía de Luis Juez y Rodrigo De Loredo porque se piensa que tienen todo prácticamente resuelto y no dan a conocer su acuerdo para no dejar pistas de ninguna naturaleza.
El sábado pasado, en horas de la mañana, el juecista Frente Cívico anticipó a sus socios de Juntos por el Cambio que antes del 20 de diciembre firmaría la documentación constitutiva de la alianza para los comicios de 2023, pero no el reglamento que definirá el ordenamiento de las candidaturas.
Allegados al senador Juez precisaron que esta demora también forma parte de la estrategia de no contarle al adversario los pasos que dará la coalición opositora. “Que Schiaretti diga cuándo se vota y recién en ese momento nosotros diremos cómo elegimos nuestros candidatos y firmaremos el reglamento”, manifestó un operador de Juez, experto en temas electorales.
Patear la pelota
Hay otros dirigentes del justicialismo que consideran que si se tienen en cuenta los graves problemas que tiene el Gobierno provincial, lo más conveniente sería postergar el cronograma electoral y dejar que lleguen las soluciones antes de definir la fecha de votación.
Esos dirigentes consideran que los graves problemas del gobierno provincial son, por un lado, la virtual parálisis de la salud pública provincial ya que el reclamo de los médicos continúa a pesar de la mejora salarial dispuesta por las autoridades provinciales.
Además, el otro gran inconveniente es el escándalo que se generó con el trágico accidente que protagonizó Oscar González, que dejó como saldo una mujer muerta y dos adolescentes gravemente heridas.
Con la salida de González de la Legislatura, hasta que la Justicia resuelva la situación del dirigente peronista, la tensión se aflojó pero persiste la ofensiva de los familiares y el debate sobre qué hacer con los autos secuestrados por el Poder Judicial, cuatro de los cuales estaban en poder del caudillo de Traslasierra.
Schiaretti tiene ahora dos bibliotecas: la que pugna para que se vote el 7 de mayo, es decir una semana después de la fecha pautada originalmente, y la que dice que los comicios deben postergarse todo lo que se pueda (junio, por ejemplo) porque Llaryora será el gran beneficiado, en detrimento de Luis Juez.
Vuelta olímpica en Deán Funes
En Juntos por el Cambio, los juecistas aseguraron que firmarán la constitución de la alianza pero no el reglamento que fija las pautas para la interna porque primero quieren conocer el cronograma electoral. “Que mueva primero las piezas Schiaretti”, dicen cerca del senador nacional.
El domingo por la noche, Juez y su adversario interno Rodrigo de Loredo se encontraron en Deán Funes con Patricia Bullrich, a quien acompañaron en algunas actividades de campaña. Se dieron un abrazo, conversaron amablemente pero evitaron ir al fondo de la cuestión. Hoy, entre ambos existen muchos cabos sueltos, lo que conduce a una duda: o están montando una escena teatral o las diferencias van en serio.
Pero como dice el viejo dicho, hay que esperar porque para ver de qué pierna cojea, al rengo hay que verlo caminar.