El mercado laboral que se abre paso exige una formación más pegada a las nuevas tecnologías con una duración de las carreras más corta, una oferta de capacitación permanente y en donde el empleado esté en el centro. Durante los últimos meses la Inteligencia Artificial viene marcando la agenda, no solo en los medios de comunicación, sino también entre académicos y empleadores que buscan vislumbrar lo que depara al futuro del trabajo.
La IA tiene el potencial de automatizar ciertas tareas, lo que lleva a la pérdida de puestos de trabajo en algunas industrias. Sin embargo, el impacto de la IA en el empleo es complejo y depende de varios factores, como las tareas específicas que se automatizan, la disponibilidad de trabajos alternativos y el ritmo del cambio tecnológico.
En algunos casos, la IA puede automatizar tareas rutinarias, liberando a los trabajadores para que se concentren en trabajos más creativos, estratégicos y de valor agregado. En otros casos, la IA puede desplazar por completo a los trabajadores humanos, lo que lleva a la pérdida de puestos de trabajo.
“En Latinoamérica, el futuro del trabajo va a ser terrible. Miles de personas van a quedarse sin trabajo por consecuencia de la inteligencia artificial y la digitalización”, comenta Lucas Milland, CEO de Fichap.
Para el emprendedor, hay pronósticos que arrojan que “los trabajos más vulnerables serán aquellos en los que más de un 70% de la jornada laboral se base en tareas repetitivas”. De acuerdo con un informe de PWC, para el 2030 se estima que entre 400 y 800 millones de personas en todo el mundo tendrán que cambiar de trabajo ante la llegada de la robotización. De esta cifra, cerca de 375 millones no encontrarán un nuevo trabajo debido a la falta de conocimientos y preparación, es decir, 14% de la fuerza laboral mundial.
“Esto lleva a una obra de mano barata pero con el paso del tiempo esto no va a ser viable ya que la implementación tecnológica va a disminuir los costos más aún en las naciones en vía de desarrollo. Lo cual pone en juego un factor importante: el problema es que estos nuevos empleos requerían gente más preparada y con mayores conocimientos, lo que pondría en jaque a las naciones en desarrollo debido a las deficiencias en los sectores educativos”, analiza.
“Hoy la solución es la educación y capacitación constante, en Argentina hay muchísimo talento. Si los actores políticos se alinean en una misma dirección, en 10 años, Argentina se transformará en otro país y puede ser una potencia en la Industria de la Economía del Conocimiento”, considera el CEO.
Y agrega: “el talento argentino triunfa en el exterior, resalta siempre, hay gente muy preparada. En el futuro del trabajo los empleados son personas a las que debemos cuidar, no son números. Hay que cuidar a los talentos que forman parte de las empresas”.