Especial por Julieta Fantini para Perfil Córdoba
El 11 de enero, a las 21 hora argentina, sucedió un fenómeno que trascendió la mera emisión de un video en vivo a través de YouTube de uno de los acontecimientos del mundo de la música con origen en Argentina que se transformaron en inevitables: la BZRP Music Sessions, Vol. 53, que tuvo a Shakira como invitada del productor argentino Gonzalo Julián Conde, más conocido como Bizarrap.
Al respecto, una consultora elaboró un informe, en el que se propusieron entender y traducir los números de lo que ellos denominan el “Efecto Shaki”. PERFIL CÓRDOBA conversó con la vocera de Findasense, Adriana Pineda, Regional Company Lead de Central & South America de Findasense. En lo que sigue, una versión condensada de la conversación.
—¿Puede hacer una proyección de lo que denominan “la trilogía del desamor”? ¿A cuánto podría llegar la monetización de las canciones?
—Usando el comportamiento de las últimas cifras, donde además las primeras dos canciones de la trilogía fueron sal-picadas de manera positiva, se espera que de aquí al cierre del primer Q’ (trimestre) de 2023, la facturación de la trilogía ascienda a los 49,5 millones de euros.
—¿Qué antecedente similar a lo que denominan ‘Efecto Shaki’ puede mencionar o han estudiado?
—Un antecedente fresco es Taylor Swift. La texana triunfó con su disco de desamor, ‘Red’, lanzado a finales de 2012. Hasta la fecha, este álbum ha logrado vender más de siete millones de copias en el mundo. A la fecha, es la reina del despecho a nivel global, acumulando una fortuna de más de US$ 400 millones y, según cifras de Celebrity Net Worth, percibe un ingreso de US$ 140 millones al año. Otro caso es Adele. La artista británica que, desde que se dio a conocer, se ha dedicado a facturar y a llenar al mundo a partir del desamor. Se estima que el salario anual de la intérprete de ‘Hello’, ha aumentado cada año desde que saltó a la fama, en 2008. Las ganancias de la famosa aumentaron tras el lanzamiento de ‘25’, en 2018, cuando se embolsó US$ 60 millones más. Entre 2016 y 2017, la cantante ganó otros US$ 150 millones y en 2018 y 2019 generó US$ 40 millones más.
—¿Podrías explicar el modelo de negocios de Shakira que le permite monetizar más en Spotify que en otras plataformas?
—Básicamente, porque cada plataforma tiene un modelo de negocio diferente. En el caso de YouTube monetizan por la publicidad que se muestra en cada video y en el caso de Spotify monetizan principalmente por suscripciones premium. En YouTube los artistas están ganando 0,0069 € céntimos por cada 1.000 reproducciones, mientras que en Spotify, 0,037 € céntimos por cada reproducción (o stream) de una canción.
—De las marcas que se ‘subieron’ al Efecto Shaki, ¿quiénes lo hicieron bien —en términos de estrategia— y quiénes no y por qué? Casio, por ejemplo, se despegó de las cuentas falsas.
—Si bien Casio se despegó de las cuentas falsas lo hicieron después de unos días que ya había bajado un poco el furor de la tendencia y agradecieron a las personas por su apoyo antes de ello. Esto indica que a pesar de que diferentes usuarios se aprovecharon de su marca, esto los benefició porque gran parte del contenido era escandaloso y por lo mismo lograron un mayor impacto, generando que se hablara aún más de la marca.
En cuanto a otras marcas, podemos ver el caso de Renault Twingo, que además de publicar un post, realizaron un comparativo de las características positivas del producto vs. Ferrari, esto fue hecho en un espacio público, pero logró trasladarse a redes sociales y es un claro ejemplo de beneficiarse de la crisis porque mostraron lo mejor de su producto.
—¿El dinero que mencionan como ganado es una estimación que también incluye al productor Bizarrap?
—Incluye a Bizarrap en la medida que se contempló dentro de la medición final. Ahora, si solo vamos a hablar del último video, ambos ganaron (porque desconocemos cómo es la proporción de regalías) aproximadamente € 986.000 en YouTube y € 2,4 millones en Spotify, lo que supone el 12% del total de ganancias de la trilogía.
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