Samanta Queipo, Responsable de Cultura Organizacional de Grupo Gestión
El Día Internacional de la Mujer se conmemora en el mundo desde hace casi 50 años para concientizar acerca de los derechos de las mujeres e impulsar su participación en los distintos ámbitos de la sociedad.
Pero, ¿desde dónde partimos? ¿Qué avances ha habido? ¿A dónde apuntamos? Aunque sea difícil de creer, hasta principios del siglo pasado estábamos bajo la tutela de padres o maridos, y no podíamos administrar ni disponer de bienes propios. Recién adquiriríamos la capacidad civil plena en 1968, con la reforma del Código Civil, hace solo 55 años. Po otro lado, en el país podemos votar desde hace apenas 72 años.
En el camino de la equidad en el ámbito laboral encontramos avances y retrocesos, pero las transformaciones sociales y culturales nos permiten ser optimistas acerca de un futuro no tan lejano donde sea una realidad. Ya hay algunos indicios para creerlo.
Uno de ellos se desprende de un relevamiento realizado por Grupo Gestión y CIO Investigación entre más de 60 firmas grandes, medianas y pequeñas de Argentina. De acuerdo a los líderes de RRHH consultados, la experiencia laboral es el elemento del CV más valorado, seguido por el nivel de estudios alcanzado y la trayectoria de la persona en cada puesto y que, tanto género como edad pasaron al final de la lista de aspectos considerados por empresas y reclutadores.
La diversidad no solo es necesaria y justa, sino también más rentable y este aspecto pude funcionar como driver hacia el norte de la equidad de género. De acuerdo con una encuesta de la Organización del Trabajo (OIT) a cerca de 13.000 empresas de 70 países, el 57% afirmó que “las iniciativas para promover la igualdad de género habían contribuido a mejorar sus resultados empresariales”. Otro estudio de McKinsey en 15 países también reveló que, a mayor diversidad de género en los equipos ejecutivos de las organizaciones, mayor rentabilidad frente a otras con menor diversidad.
La diversidad es un hecho en todos los ámbitos, especialmente en un país donde históricamente somos más mujeres que hombres, pero la inclusión es una decisión de empresas, Estados y otros ámbitos para reconocer el valioso aporte de las mujeres. Tener como norte al que llegar espacios más diversos e inclusivos, en todas sus dimensiones, crea mejores condiciones de vida y de desarrollo para todas las personas.