(Ariel Bogdanov, para Perfil Córdoba) Daniel Passerini no es un político convencional. En su apretada agenda como legislador y candidato a diputado nacional, este médico nacido en Cruz Alta decidió sumar una actividad que lo conecta a un mundo al que los funcionarios en general acceden en búsqueda de una fotografía que les sirva en tiempos proselitistas.
El caso de una joven castigada por el consumo de paco lo conmocionó y lo llevó a retornar la medicina. Junto al cura Mariano Oberlín montaron un consultorio en barrio Müller, donde atiende de manera gratuita a chicos en situación de extrema vulnerabilidad. Allí convive con historias de delincuencia, drogas y violencia familiar.
“Siempre intenté preservar este tema. Voy por voluntad propia. En el 2015 cuando era Ministro, había siempre un tema que daba vuelta: si en Córdoba había o no paco. Las estadísticas indicaban que no. Un día me comentan que una chica estaba muy mal de salud en el Rawson, y había confesado que consumía paco. Fui a verla, estaba muy deteriorada y el consumo de paco era el menor de sus problemas. Estaba severamente desnutrida, tenía tuberculosis y el aspecto de una mujer de 80 años”, contó a PERFIL CORDOBA. “Ese fue el primer caso que se conoció y me movilizó a retomar la profesión de médico que había dejado en el 2007”, agregó.
A la hora de hablar de política, Passerini asegura que no le molestó ubicar el cuarto lugar en la lista del peronismo cuando su nombre sonaba con fuerza para ocupar el tercer espacio. Además contó que no le sorprendió la baja de De la Sota, tal vez su principal referente político, a su candidatura para diputado. “Me gratificó el fundamento de su decisión. Él dijo que una elección de medio término era una gran oportunidad para que dirigentes emergentes puedan competir y yo entendí que era uno de los destinatarios de ese mensaje”.
Aunque explica que por el momento sólo piensa en las próximas legislativas, el funcionario adelantó a este medio que está anotado en la lucha para la intendencia de Córdoba y detalló que hace dos años fijó su domicilio en esta ciudad con este objetivo. “Córdoba necesita un gobierno peronista. La ciudad nunca estuvo peor. Los últimos 18 años fueron gobernadas por intendentes de Cambiemos, con excepción de Giacomino, porque hasta Kammerath es de Cambiemos.
La gestión de Mestre es la peor de todas las administraciones radicales que tuvo la provincia. No hay una decisión clara de mejorar. Córdoba tuvo grandes oportunidades que se han desaprovechado” concluyó.
