Frente a numerosos empresarios y políticos cordobeses, Domingo Cavallo, planteó que “la clave es preparar una buena reforma del Estado para avanzar en la reducción del gasto y limpiar de impuestos distorsivos a la economía”. Consideró que las próximas elecciones “son la oportunidad de dar un salto adelante”.
En esa misma línea, el economista sostuvo en un encuentro organizado por la Fundación Mediterránea que debe trabajarse en un esquema económico similar al que llevó adelante en los ‘90 pero adaptado a los tiempos que corren: “no va a ser fácil, las reformas van a ser más difíciles que en esos años por la deformación de la mente económica de la dirigencia y de quienes estuvieron sometidos a narrativas que reivindican modelos fracasados. Estamos reviviendo medidas del pasado que no dieron resultados”.
El comercio exterior y la apertura de Argentina al mundo fue otro de los ejes abordados por Cavallo, quien consideró que las “trabas que se están poniendo son la peor manera de actuar” y planteó: ¿quién va a invertir o desarrollar proyectos en la Argentina dependiendo de que el Gobierno pueda decidir qué puede comprar? Para revivir la industria es fundamental que la economía sea abierta”.
En el auditorio de la Universidad Católica de Córdoba y convocado por la Fundación Mediterránea, el exfuncionario aseguró que no entiende por qué el Gobierno no decide que el Banco Central sólo compre dólares de exportaciones y compre de importaciones: “todo el resto se debe manejar en un mercado libre. Si la gente se convence de que ese mercado funciona, no se va a ir a las nubes el precio. La ventaja del modelo es que no habría arbitrariedades en la asignación de divisas”, consideró.
Y en esa misma línea planteó “No implementan esta idea porque le tienen miedo a la libertad de los mercados. Es una equivocación muy grande porque se crean mercados paralelos y se abren posibilidades de ganancias especulativas. El temor a la libertad es un gran defecto y lo piensan muchos en este Gobierno, en especial los que rodean a la vicepresidenta”. Seguidamente, le hizo un guiño al discurso de Javier Milei sobre la libertad, pero aclaró que no avala su planteo económico.
Cavallo consideró que el Estado no tiene que meterse en actividades, en empresas, que se “sostienen con lo que pagan los usuarios”. Cuestionó los fondos fiduciarios y los definió como “una caja negra que no se sabe bien en qué y cómo se gasta y no están sujetos a control parlamentario”.
Los ‘90s vs el 2022
Como diferencia clave entre la actualidad y los ‘90, el ex ministro apuntó que “lo que estaba pasando en el mundo nos ayudaba a ver lo que teníamos que hacer en la Argentina”. Explicó que “no se puede pensar que los precios de la guerra entre Rusia y Ucrania se van a mantener en el tiempo. Lo primero que hay que hacer es generar las condiciones para atraer inversiones. Tampoco ayuda haber perdido el crédito, ser defaulteadores seriales”.
Advirtió que puede haber una “aceleración inflacionaria que dependerá de las medidas que tome el político de turno para no transformarse en una híper”. Planteó que “las Leliq son una forma de haber diferido la emisión que terminará ocurriendo” e insistió en que hay inflación “reprimida” que puede ser un peligro para la economía.