Los vecinos del barrio Cerro de las Rosas continúan haciendo conocer su malestar con lo que denominan el constante “boom gastronómico y nocturno” en el barrio. En diálogo con Punto a Punto, Omar Carbonari, Secretario de la Comisión Vecinal del Cerro, sigue reclamando ante la “falta de respuesta de la Municipalidad” a un petitorio que presentaron en septiembre del año pasado, con la firma de 800 vecinos del Cerro, con quejas por lo que consideran un contexto de “deterioro del patrimonio cultural de la Ciudad”, en el cual incluyen al barrio Cerro de las Rosas y a “barrios pueblos”, como General Paz, Alta Córdoba y Alberdi.
Ante este contexto, los vecinos solicitan “que se detengan estas instalaciones y que se haga una planificación a futuro con los estudios pertinentes”.
En este sentido, sobre la respuesta que José María Olmos, Secretario de Control, Fiscalización y Convivencia Ciudadana de Municipalidad, dio a los medios comentando que “los vecinos están molestos por un cambio de fisionomía del barrio”, Carbonari respondió: “En realidad de lo que estamos hablando es de habilitaciones dudosas a numerosos locales. Las autoridades municipales encuentran ´ventanas´ para habilitar de manera inadecuada y estamos padeciendo una invasión de locales cuando el Cerro es un barrio residencial y Área Patrimonial Protegida».
A su vez, el representante vecinal agregó: «Los negocios son dueños de la zona por sobre la convivencia ciudadana, mientras la normativa vigente permite la instalación de negocios en función de la demanda barrial. Olmos, como funcionario, miente descaradamente. Esto no es habilitar negocios en función a la demanda barrial, esto es un caos y por eso más de 800 vecinos, que no somos sólo vecinos sino familias completas, insistimos con nuestro reclamo”.
Además, ilustró: “Hay negocios en calles internas del barrio donde no corresponde que se habiliten locales gastronómicos o bares. No tenemos cloacas y por lo tanto se desbordan nuestras napas, se incrementó la deforestación y aumentaron considerablemente los robos. Al dar lugar sin condiciones a habilitaciones desde la Municipalidad están dinamitando la vida residencial del Cerro. Por ejemplo, el bar Catch, en Fader y Gigena, fue autorizado como bar cultural, pero es un boliche. Otros bares abrieron con foco prioritario en la venta de bebidas alcohólicas. Los vecinos no podemos hacer un trabajo de policía, acá impera la ley de la selva y el control corresponde a la Municipalidad”.
Asimismo, en el petitorio los vecinos toman como referencia “el deterioro” que, para los firmantes, padecieron los barrios de Nueva Córdoba, Jardín Espinosa, Rogelio Martínez y General Paz.
Alegan que en el Cerro se reitera “un municipio que deja hacer, que está ausente y el ‘atractivo´ que representa el Cerro de las Rosas posibilita la incontrolable invasión de actividades gastronómicas y el avance de negocios inmobiliarios sólo interesados en un lucro que no mide consecuencias y que acelera el deterioro de este territorio como Área Patrimonial Protegida (APP) con el fin de preservar, consolidar y potenciar sus cualidades intrínsecas”.
Carbonari comentó que, además del petitorio, por el tema hablaron no sólo con Olmos sino también con Juan Balastegui, Presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y con diferentes concejales sin recibir respuesta ante los reclamos.
Por último, Carbonari adelantó una de las acciones que evalúan si no reciben respuesta es que «entre los vecinos dispongamos que algunas partes del Cerro, como las calles internas, pasen a ser sectores cerrados». En ese sentido, detalló: «Si continúa primando la ley de la selva, aunque esos sectores cerrados no están reglamentados, sería algo similar a lo que sucede con muchos barrios cerrados que no terminan de cumplir con habilitaciones para conformarse como tales”.