Euclides Bugliotti tomó dos decisiones en el inicio del 2023: no reabrir el Orfeo Superdomo para la organización de espectáculos musicales, aunque la industria del show bizz pide a gritos un espacio como el domo ubicado en barrio Alto Verde, y aguardar el cambio de gobierno en la Municipalidad de Córdoba para ‘empezar de cero’ y tratar de llegar a un acuerdo con el sucesor de Martín Llaryora.
Si bien el diálogo no está roto entre el empresario y la administración municipal, Bugliotti considera que no le ‘abren el juego’ para no desperdiciar un espacio como el Orfeo. “Tati ya tomó la decisión de que en el Orfeo no habrá shows. Eso tiene dos aristas: una, empresarial, desde cuando arrancó la pandemia. La otra, y que tiene más peso, es familiar. No quiere dejarles a sus hijos un negocio que es muy difícil de manejar”, señalan fuentes que conocen el pensamiento de Bugliotti.
Desde el punto de vista del negocio, la decisión de bajar las persianas del Orfeo aparece, en principio, como un error de cálculo del empresario, teniendo en cuenta que durante este año el boom de los shows nacionales e internacionales podría traccionar un muy buen movimiento en el Orfeo Superdomo. “Es cierto que algunos espectáculos pueden hacerse en el Quality y otros en el Kempes, pero perder un espacio como el Orfeo es un
pecado para Córdoba”, sostuvo un productor local.
Sin embargo, lo que más pesa en el razonamiento de Bugliotti es la cuestión política. “Él entiende lo que significó el Orfeo para Córdoba. Pero piensa como empresario y en esa línea no quiere que sus hijos se metan en un negocio muy complejo de gestionar y no lo va a tercerizar, no es su estilo. Por eso insistirá con su plan A, que es la construcción de departamentos y oficinas premium manteniendo gran parte de la estructura del Orfeo o en montar un centro de salud referente en la ciudad”, señala una de las fuentes consultadas por Punto a Punto.
El que sigue
Con este panorama, la apuesta de Bugliotti pasa por sentarse a negociar con el próximo intendente, ya que considera que con Llaryora no se avanzará: el tema no está en agenda, se vienen las elecciones y el intendente está concentrado en la campaña electoral. ¿Qué espera Bugliotti? Peronista de la primera hora, cree que uno de
los mejor posicionados es Daniel Passerini. “Tienen muy buena relación, Bugliotti lo respeta y cree que podría hacer un buen trabajo en la ciudad, más allá de que puedan existir diferencias sobre este tema particular” sostienen las fuentes.
Sin embargo, hay contraindicaciones: Passerini responde políticamente a Llaryora y difícilmente tome una decisión sin consenso de todas las partes. Pese a eso, desde el entorno del empresario siempre destacaron la mesura del actual viceintendente cuando Bugliotti decidió cerrar el Orfeo: “Ni demolición ni expropiación. Nadie quiere un futuro de Córdoba sin el Orfeo. Tenemos que dialogar para no llegar a una decisión que sea irreversible”, dijo en su momento el actual vice.
¿Cuál será el punto central de la discusión? Desde la Municipalidad pondrán sobre la mesa los beneficios impositivos que se le otorgaron a Bugliotti para ampliar el proyecto inmobiliario (Complejo Millenica) a cambio de construir un espacio para la realización de shows y eventos masivos. “Los beneficios eran a cambio de que en el Orfeo se realizaran eventos masivos. Si eso no es así, cambia toda la ecuación, porque se modifica el destino del Orfeo”, dicen desde la Municipalidad.
La réplica de Bugliotti se basará en los fundamentos que ya presentó ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en contra de la ordenanza 13.097 que declara de interés cultural al Orfeo. En ese momento (diciembre del 2020), Bugliotti sostuvo que la norma “vulnera derechos constitucionales, como el de la propiedad, el de ejercer el comercio, el de igualdad y el de trabajar”.
Otro punto que esgrimirá es que el proyecto para modificar la estructura del Orfeo fue presentado antes que la ordenanza entrara en vigencia por lo que hasta dejó entrever que podría iniciar una demanda contra el Municipio. En su momento dejó entrever que la eventual demanda, incluiría lucro cesante sobre la base de cálculo de la inversión prevista y su rentabilidad, lo que implica una cifra millonaria.