Los aranceles que decidió aplicar Estados Unidos al biodiesel argentino (entre el 50% y el 64,17%) tuvo una fuerte repercusión en la industria nacional y en particular en Córdoba. En ese contexto, uno de los que salió a criticar con dureza la decisión del gobierno de Donald Trump fue Roberto Urquía, director de Aceitera General Deheza (AGD).
“Argentina tendría que mostrarle las uñas y los dientes a Estados Unidos y decirle que todos los acuerdos se caen a partir de esto”, sostuvo el empresario y exsenador nacional en declaraciones al programa Otra Vuelta de Tuerca, por AM 580. En ese contexto, expuso que “en los últimos meses el gobierno de Estados Unidos no tomó medidas tibias y ésta va en ese sentido. Se esperaban aranceles en el orden del 25%. Lo peor es que los países desarrollados con Estados Unidos y los países de la Unión Europea (UE) a la cabeza, son los adalides del comercio mundial, pero eso es una hipocresía, porque cuando ingresan otros productos como los argentinos, cierran el ingreso”.
Y agregó: “Argentina tiene que ser un poco más ejecutiva y pedir indemnizaciones a la UE, que nos denunció y a quienes le ganamos el juicio en dos instancias ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Estamos en un comercio mundial libre en teoría, pero es una gran hipocresía, una gran mentira”.
¿Por qué Estados Unidos tomó esta decisión sobre el biodiesel argentino? “Se trata de un producto nuevo, con menos de 10 años y Argentina es el primer productor de aceite, que es un insumo importante en la fórmula del biodiesel. Argentina tiene un diferencial de impuestos a favor del biodiésel, ha sido inteligente en eso, viene el castigo”, precisó Urquía.
Para que Argentina no sufra “este tipo de conflictos”, Urquía sostiene que “hay que complementarse con otros bloques. Con Europa hay muy poco por canjear, es todo a favor de ellos y lo mismo con Estados Unidos. Hay que pensar en el Lejano Oriente, donde están cambiando los hábitos de consumo. Los economistas del actual gobierno, y de los últimos gobiernos en realidad, miran a las capitales financieras del mundo. No nos fue bien cuando priorizamos la faz financiera a la productiva. Hay que apuntar hacia donde están las grandes demandas de alimentos”.