A partir de la necesidad de los exportadores de servicios de agilizar el procedimiento para exportar, el Ministerio de Producción de la Nación unificó criterios con AFIP y el Banco Central para simplificar los trámites que se debían realizar.
A partir de ahora la exportación de servicios del conocimiento no requiere de una inscripción previa en el Registro de importadores/exportadores ni en el Registro de Exportadores de Servicios. Para poder realizar la actividad, en cumplimiento con el marco impositivo de la República Argentina, se deben cumplir tres pasos: solicitar el CUIT y clave fiscal en la dependencia de AFIP que corresponda según el domicilio fiscal declarado: realizar el alta en el Monotributo o Régimen General (IVA, Ganancias y Autónomos), emitir comprobantes electrónicos tipo «E», de acuerdo con lo previsto por la RG 1415/03, y declarar las operaciones realizadas.
“Este es un paso más hacia el gran objetivo de este ministerio que es desburocratizar el Estado y simplificar la vida a los emprendedores y las PyMEs. Esta medida apunta directamente a formalizar el trabajo en modalidad Freelance y generar así más y mejores negocios”, afirmó Carlos Pallotti, subsecretario de Servicios Tecnológicos y Productivos en Ministerio de Producción de la Nación.
El tercer rubro de exportación argentina, luego de las oleaginosas y de la industria automotriz, lo constituyen los servicios basados en conocimiento, representando aproximadamente el 7,2% del total de exportaciones anuales. En 2016 la industria exportó servicios por más de US$ 5000 millones y en lo que va de 2017 más de US$ 1300 millones.
Los servicios basados en el conocimiento son una de las formas de exportación de gran valor agregado y están integrados principalmente por servicios contables, legales, arquitectura, ingeniería, audiovisual, publicidad, informática, investigación y desarrollo, consultoría y servicios empresariales.