El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció hoy que hará todo lo posible por cerrar la oficina de la cadena de televisión catarí Al Jazeera en Jerusalén, por considerar que instiga a la violencia.
«La cadena Al Jazeera no deja de fomentar la violencia en torno al Monte del Templo (denominación judía para la Explanada de las Mezquitas); he pedido varias veces a quienes hacen cumplir la ley que cierren su oficina en Jerusalén», señaló Netanyahu en un comunicado en su cuenta de Facebook.
«Si esto no se hace, debido a diferencias en las interpretaciones legales, haré lo necesario para aprobar las leyes necesarias para sacar a Al Jazeera de Israel», añadió el texto del premier israelí difundido en su cuenta de la red social, informó la agencia de noticias EFE.
La declaración de Netanyahu se produjo en un momento de tensión en torno de la Explanada de las Mezquitas, tras el ataque del 14 de julio pasado, en el que murieron dos policías israelíes (de la minoría árabe drusa) y sus tres atacantes, todos ellos palestinos con ciudadanía israelí, y que llevó a Israel a colocar detectores de metales en los accesos al lugar, sagrado para musulmanes y para judíos pero reservado para el rezo de los primeros.
Los palestinos rechazan los detectores, que Israel retiró ayer, y cualquier otra medida de seguridad adicional en el lugar, situado en territorio ocupado, al considerarlas una violación del statu quo y un intento de israelí de hacerse con el control del complejo.
Israel, por su parte, reclama que debe controlar los accesos para que no se repitan ataques mortales como el de hace dos semanas.
Desde entonces han muerto cuatro palestinos y unos quinientos han resultado heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, mientras que un palestino asesinó el viernes pasado a puñaladas a tres colonos israelíes en Cisjordania en un ataque que atribuyó a una «defensa de Al Aqsa», la principal mezquita que alberga el complejo.
Varios países han cerrado recientemente oficinas de Al Jazeera en medio de una disputa con Qatar.
Arabia Saudita y Egipto, entre otros, aplicaron sanciones contra Doha en junio pasado, tras acusarlo de apoyar grupos extremistas.
El ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, dijo en ese momento que el aislamiento diplomático de Qatar había proporcionado a Israel una «oportunidad» de deshacerse de Al Jazeera y ganar puntos con potenciales aliados del Golfo.
«Algunos intereses de los países árabes se superponen con los intereses israelíes, incluido el problema con Al Jazeera», dijo Liberman.
«Al Jazeera no es un medio de comunicación, no es periodismo. Es una máquina de incitación. Es pura propaganda, de la peor variedad, al estilo de la Alemania nazi o de la Rusia soviética», añadió.