(Télam) – Los líderes de las potencias industrializadas y los países emergentes iniciaron este viernes una esperada y tensa Cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania, para discutir sobre comercio, cambio climático, extremismo, inmigración y otras cuestiones calientes, en medio de protestas de miles de activistas antiglobalización.
En el discurso de inauguración del encuentro de dos días, la canciller alemana, Angela Merkel, la anfitriona, apeló a todos los miembros del G20 a cooperar de manera estrecha para encontrar acuerdos, pero sin olvidar sus principios.
La mandataria indicó que espera que la cumbre sirva para lograr avanzar a la hora de solucionar los problemas urgentes en el mundo y señaló que cree también que todos los participantes trabajarán en ello.
En tanto, el papa Francisco pidió hoy a los jefes de Estado y gobierno que participan de la cumbre del G20 en Alemania «soluciones no traumáticas» para «el drama de las migraciones», al tiempo que les reclamó «reducir sustancialmente los niveles de conflictividad» en el mundo y «frenar la carrera armamentista».
«Lamentablemente, el drama de las migraciones, inseparable de la pobreza y exacerbado por las guerras, es una prueba de que no existen soluciones inmediatas y del todo satisfactorias a las problemáticas mundiales», aseguró el Pontífice en una carta enviada a la canciller alemana, Angela Merkel, con un mensaje a los líderes reunidos en la norteña ciudad de Hamburgo.
«Es posible en cambio poner en marcha procesos que sean capaces de ofrecer soluciones progresivas y no traumáticas que conduzcan, en tiempos relativamente breves, a una libre circulación y a la estabilidad de las personas que sean ventajosas para todos», planteó Jorge Bergoglio en el mensaje que, reveló al inicio de la misiva, le pidió Merkel durante su último encentro en el Vaticano a inicios de junio.