La administradora de fondos de capital de riesgo Alaya está trabajando para presentar en los próximos días la primera aceleradora corporativa de Córdoba y una de las primeras del interior del país. Se trata de un nuevo modelo de negocio en el que están incursionando desde Alaya que busca desarrollar el camino de la “innovación abierta”, brindando una aceleradora a medida para que las empresas de Córdoba puedan invertir en startups.
El formato tiene algunas experiencias en Buenos Aires y sólo un par en el interior de país. Se trata de corporaciones que cuentan con sus aceleradoras y salen a la “caza” de startups para diversificar sus inversiones, sumar innovación y captar talentos. En ese camino ya están rodando la aceleradora Eklos, de Quilmes, Wayra, una de las más conocidad, del Grupo Telefónica, MeLi Fund, del gigante Mercado Libre y en el interior aparece Cites, del Grupo Sancor Seguros y que tuvo un origen como incubadora privada. A ese lote se suma la nueva propuesta de la empresa que comandan Mario Barra, Omar Vega, Carlos Baradello, Oscar Gencarelli y Luis Bermejo.
¿Cómo es la propuesta?
“Cambiamos un poco el foco. Estamos lanzando una aceleradora corporativa que es una tendencia que se funciona muy bien en Israel y en Chile y que en Argentina de a poquito está tomando forma. Se empezó a estandarizar el tema de que las compañías tenían que invertir en startups como la mejor forma de innovar. En general las compañías muy grandes tienen su propio corporate venture, como ser Mercado Libre, que tiene su propio fondo. Pero las compañías de un escalón más abajo, las grandes compañías nacionales no tienen el know how y la escala para armar sus propios procesos de aceleración o de fondo de venture capital. Ahí entramos nosotros”, explica Bermejo, managing partner de Alaya.
“Estamos aplicando modelos que ya han funcionado afuera, se trata de vender el servicio de aceleración especializado por vertical, conectado con las grandes corporaciones que son las madrinas, las que invierten. Vamos a estar sacando procesos específicos en salud, en fintech, en agroalimentación con corporaciones a las que les interesa detectar y apoyar innovación que les apalanque y les potencie su propia empresa”, detalla Bermejo.
En esa línea, explica que apuntan a unir el modelo de aceleración con la necesidad de innovación de las grandes empresas. “Es un ganar ganar, porque las grandes empresas necesitan detectar innovación afuera y detectar startups que les agreguen valor y las startups necesitan a las corporaciones para que les compren producto primero y luego para que las compren y tener salida. Se arma una vinculación entre las corporaciones con todos los expertos, los startups que vienen del mercado, los creativos, los mentores y todo el sistema emprendedor”, cuenta Bermejo.
Montos y perspectivas
Se trata, en definitiva, de armarle el modelo de aceleración a medida a una empresa grande que necesita una determinada temática. Con esa premisa el objetivo de la “Acelerado Corporativa de Alaya” (aún no definió su marca) es sacar dos convocatorias por año, específicas en verticales determinados. Los primeros rubros donde buscarán el interés de las empresas son el de la salud y la tecnología de finanzas: “La idea es seleccionar 5 startups para inyectarles US$ 100.000 a cada una, US$ 50.000 los ponen la empresa y el resto lo apalancan fondos de las aceleradoras del Estado, provincial o nacional. La idea es hacer algo de calidad, hay mucho humo en el ecosistema emprendedor, hicimos punta en capital de riesgo en etapa temprana y este es otro paso”, destaca Bermejo.
Claves
El portfolio de la aceleradora corporativa de Alaya se basa en ofrecer a las empresas: innovación abierta e inversión en startups, un sistema que ya está estandarizado en la industria. Ayudan a detectar la innovación afuera y adentro de la empresa, para acelerar o a cocrear emprendimientos en conjunto. Apuntan a maximizar la probabilidad de éxito, de ideas y proyectos que ayuden a la corporación para encontrar una innovación radical.