Los problemas para la empresa de chips Intel, no cesan. A las demandas recibidas por la vulnerabilidad que presentan Spectre y Meltdown ahora se une la demanda presentada por algunos accionistas de la compañía tras la caída del precio de la acción, ante posibles compensaciones millonarias a las que se enfrenta Intel.
Hasta cuatro firmas de abogados han presentado demandas en los últimos días. Según estas demandas, la compañía era conocedora de los defectos de diseño y fabricación. Pero la compañía guardó esta información, para que no fuera conocida por usuarios, fabricantes y accionistas. Estos últimos han visto como bajaba la cotización estos últimos días.
En muchas de estas demandas, se añade la exposición a la piratería. Es decir, de haberse conocido antes, muchos robos de información confidencial, podían haberse evitado. Estos perjudicados, pueden demandar a Intel y los accionistas verse perjudicados nuevamente. Por otra parte, los demandantes acusan a la compañía de encubrir una bajada de rendimiento de los chips, una vez llevados a cabo las correcciones de las vulnerabilidades.
Pomerantz, uno de los despachos de abogados que demandan a Intel, indican que la comunicación del defecto de diseño se produjo el día 2 de Enero, y confirmado por parte de la compañía un día después. Ese día, las acciones de la compañía cayeron un 3,5%. El 4 de Enero se conocían informes de las ventas de acciones por parte del CEO de Intel, Brian Krzanich, valoradas en varios millones de dólares. Este fue un motivo adicional para continuar con la pérdida de valor accionarial. Aquel accionista que adquirió títulos de la compañía entre el 27 de Julio de 2017 y el 4 de Enero de 2018, puede sumarse a la demanda colectiva.
Además, nuevas demandas colectivas se encuentran en preparación. Pero en esta ocasión, serán los consumidores finales quieres inicien acciones contra Intel. Argumentarán que adquieren un producto que se ve obligado a ofrecer menos rendimiento del prometido por el fabricante, por un problema de diseño.