Según el último reporte del IARAF, este año, el Día de la Independencia Tributaria en Argentina para una familia asalariada comienza el 21 de junio y puede llegar hasta el 24 de julio, según el nivel de ingreso del hogar.
El Día de la Independencia Tributaria es un indicador comúnmente utilizado a nivel mundial para ilustrar el nivel de carga tributaria que existe en un país, y considera la cantidad de días hipotéticos que debe destinar un individuo para el pago de los diferentes impuestos al Estado. El valor se calcula aplicando proporcionalmente un indicador de carga tributaria sobre el año calendario, asumiendo que desde el 1º de enero se comienza a trabajar “para el Estado” y obteniendo la fecha a partir de la cual un ciudadano termina de pagar impuestos y comienza a percibir ingresos para sí mismo .
Según los resultados obtenidos, un trabajador asalariado formal en Argentina debería trabajar en 2017 entre unos 174 y 206 días para cumplir con las obligaciones tributarias de los tres niveles de gobierno. En consecuencia, el “Día de la independencia tributaria” se ubica en Argentina, para el año 2017, entre el 21 de junio y el 24 de julio, en función de cuáles sean sus ingresos.
De este modo, en 2017 y por segundo año consecutivo se observa una reducción en la cantidad de días necesarios para pagar impuestos para los tres estratos de ingresos más elevados, de hasta 28 días menos que los verificados respecto al máximo nivel del 2015, reducción que obedece a la actualización de los mínimos no imponibles y los tramos de las escalas del impuesto a las ganancias que afecta a empleados en relación de dependencia y los correspondientes al impuesto sobre los bienes personales
Esta reducción se observa para los tres estratos de mayores ingresos, que son los que pagan el Impuesto a las Ganancias. Para el estrato inferior, que no afronta este tributo ni tampoco el de Bienes Personales, la carga tributaria ha permanecido prácticamente sin cambios en los últimos años, con lo cual se ha achicado la brecha entre la carga tributaria de los mayores y menores niveles de ingresos.
En consecuencia, se infiere la necesidad de continuar avanzando en una reforma tributaria que alcance a los impuestos indirectos que afectan al consumo (como por ejemplo el IVA o el Impuesto a los Ingresos Brutos Provincial) y a los Impuestos al trabajo. De lo contrario, es de esperar que el nivel de carga tributaria que recae sobre los niveles inferiores de ingresos permanezca invariable en el tiempo.