Actualmente el principal debate fiscal pasa por la posibilidad de llevar a cabo una reforma tributaria, cuáles pueden ser sus características y de qué magnitud pudiera resultar la misma, son algunas de las preguntas que intenta responder el economista Nadin Argañaraz junto al Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
“Necesariamente, la discusión acerca de un cambio en la obtención de los recursos se encuentra fuertemente ligada al gasto público que los mismos permiten, y plantear escenarios y objetivos para una variable implica modificar también la otra”, explica el economista Nadin Argañaraz, director del IARAF.
En contacto con Punto a Punto Radio, Argañaraz explicó que “lo que hicimos fue ponerle números y simular el margen que tiene el Gobierno para llevar adelante una reforma fiscal. Cumplir con el déficit fiscal y lograr un superávit de dos puntos del PBI, suponemos que si el gasto público creciera igual que la inflación, podría bajarse 20% la carga tributaria recién en 2030”.
Sobre las modificaciones que debiera encarar el Gobierno en el corto plazo, el economista planteó que “el impuesto al cheque e Ingresos Brutos son los más distorsivos y regresivo, y deben corregirse rápidamente”, dijo.
En dicho informe se plantea un estudio de escenarios fiscales nacionales posibles para el período 2018 – 2030, bajo los siguientes supuestos:
• La inflación toma un sendero decreciente.
• El crecimiento real anual del PBI se supone de un 2%, de un 4% o de un 6%, dando lugar a tres escenarios a analizar.
• Se toman las metas fiscales oficiales acerca del resultado fiscal primario del sector público nacional no financiero.
• El gasto primario nacional crece al ritmo de la inflación de cada año.
Como resultado, si la tasa de crecimiento es baja (2%), el ratio gasto primario/PBI no se descomprime tanto y no hay espacio fiscal para una rebaja tributaria sino hasta dentro de una década. Un crecimiento anual de la economía del 4% es compatible con una reducción de la carga tributaria a niveles similares a los observados durante el año 2007. La carga tributaria podría llegar al 25% del PBI en 2030 si el crecimiento hasta dicho año es del 6%. En ese caso se lograría acercarse a la carga verificada en Argentina en 2003.